miércoles, 29 de mayo de 2019

GENERACIÓN COMPASIVA


Generación compasiva alude a una estrategia pedagógica de aprendizaje basado en proyectos, la cual busca formar jóvenes con mentalidad y actitud compasiva, capaces de generar bienestar,  vida digna y salud integral, en el ámbito personal y social. 

La experiencia de ABP hunde sus raíces en la espiritualidad de Jesús de Nazaret, quien hizo de la compasión el centro de su mensaje y praxis social. Sostiene que Dios es misericordia y compasión; que actúa en coherencia con esta esencia, y espera que sus hijos correspondan al principio ontológico de ser imagen y semejanza de Él.  

El proyecto se soporta y desarrolla de la siguiente manera:

Lema"Sed compasivos como vuestro Padre es compasivo" (Lc. 6,36)

Tema: Hacia un estilo de vida movido por la compasión.

El problema en pregunta: ¿Cómo hacer de la compasión el principio base de la conducta humana?                                 

Objetivo general: Hacer de la compasión el principio base de la conducta humana.

Objetivos específicos:
1. Comprender el sentido y praxis de la misericordia y la compasión desde la perspectiva de Jesús de Nazaret.
2. Precisar acciones reales y concretas para llevar a la praxis la misericordia y la compasión con alguna persona o grupo de personas.
3. Elaborar un informe digital, y compartir la experiencia vivida en plenaria. 

sábado, 5 de mayo de 2012

ESTABLECER DIFERENCIAS Y SEMEJANZAS, DOS HABILIDADES BÁSICAS DE PENSAMIENTO A DESARROLLAR EN LA ESCUELA


Resumen

El presente artículo es el resultado de una experiencia pedagógica realizada con estudiantes, del grado séptimo, en la escuela Municipal la Rosa de la ciudad de San Juan de Pasto, a quienes se les aplicó algunos talleres con el objeto de visualizar cómo ellos, aplican las habilidades básicas de pensamiento: diferencias y semejanzas, desde algunos objetos y situaciones su vivir cotidiano, para posteriormente, diseñar talleres didácticos encaminados a desarrollar y/o potencializar estas habilidades en este grupo escolar.
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Establecer diferencias

Tener la capacidad de saber hacer distinciones, entre las cosas y personas con las cuales nos interrelacionamos cotidianamente, es una habilidad fundamental que debemos desarrollar para conocer, comprender, valorar e interactuar en un mundo caracterizado por la biodiversidad, el multiverso, la pluralidad. Para Margarita A. de Sánchez , la diferencia es una habilidad de pensamiento que consiste en una extensión de la observación de los objetos y/o situaciones del vivir cotidiano, la cual se constituye la base para la discriminación y la clasificación, y el desarrollo de otras habilidades mentales.

A 54 estudiantes de la Institución Educativa la Rosa, de la ciudad de San Juan de Pasto, se motivó e invitó, a través de un primer taller, a describir diferencias de dos objetos muy cercanos a su realidad cotidiana: un taxi y un furgón.

Los estudiantes, aunque con limitaciones de carácter redaccional y ortográfico lograron en un 81 %, hacer una clara diferenciación conceptual entre los dos vehículos. Según este dato podríamos afirmar que los estudiantes del séptimo grado de la institución educativa mencionada tienen desarrollado y saben utilizar adecuadamente la habilidad de pensamiento correspondiente a identificar diferencias entre los objetos o situaciones. Sin embargo, podemos observar que la descripción de las diferencias se hacen exclusivamente desde los conceptos que ellos tienen y no desde el uso de variables como lo sugiere Margarita A.de Sánchez . Según está educadora, una persona ha desarrollado la habilidad básica de pensamiento, relacionada con la identificación y descripción de diferencias, en la medida en que ha aprendido, no sólo el concepto, sino el uso de variables en su devenir humano, dado que éstas juegan un papel definitivo a la hora de procesar información, representar y describir características cada vez más coherentes y claras al objeto o realidad observada.

El 74 % de los estudiantes lograron describir las características en las que más difieren los dos vehículos objetos de la descripción; lo interesante es que la mayoría de los estudiantes ha logrado identificar características muy contundentes en que difieren los dos vehículos, a pesar de poco o nada saber sobre el uso y aplicación de variables, más sin embargo, la acción se hace de manera mecánica, sin mayor reflexión y organización de sus ideas, no se distingue características relevantes de las que no lo son. Quizá la variable desde la que hace la diferencia este latente y claramente definida en el inconsciente del estudiante, aunque conscientemente no sepa específicamente desde cuál variable se hace la lectura de características distintas entre dos objetos.

Si observamos esta situación desde los postulados de Margarita A. de Sánchez, podemos insistir en la necesidad del uso de variables para hacer diferencias, en tanto que éstas permiten organizar y fundamentar las ideas que se describen.

Un 58% logró identificar, por lo menos, una característica común en la que difieren los dos vehículos. Al respecto, la mayoría de los estudiantes se limitaron a describir características correspondientes a cada vehículo, pero no a determinar exactamente las características comunes pero que son distintas con relación a algún aspecto en particular (variable). Posiblemente se deba a falta de atención o comprensión de la pregunta por parte de los estudiantes, o en definitiva se deba al hecho de no tener como referente una variable especifica desde la cual se pueda identificar las características en que difieren los objetos o situaciones entre sí, en nuestro caso entre los dos vehículos, objetos de observación del taller.

Por otra parte, existe un 42% que sí describe la variable que corresponde al par o grupo de características desde las cuales se realizó las diferencias. Este hecho evidencia que hay estudiantes que se apoyan en un referente específico para identificar diferencias; ello representa un potencial humano que está en condiciones de organizar sus ideas, separar el pensamiento por aspectos, hacer descripciones mucho más acordes con la realidad de los objetos o las situaciones, de realizar comparaciones, de clasificar, de comprender la pluralidad cultural, entre otros. Es un hecho altamente significativo en tanto que esta actividad humana es la base de la mayoría de los procesos básicos de pensamientos.

Identificar semejanzas
Establecer semejanzas entre las cosas, personas o situaciones que acaecen en el mundo de la vida, es otra forma de conocer, comprender y valorar las realidades. Para Margarita A. de Sánchez, la identificación y descripción de semejanzas es una habilidad de pensamiento que requiere, necesariamente, de una buena capacidad de observación y del uso adecuado de variables .

Un segundo taller, fué aplicado al grupo de estudiantes antes mencionado. Se les solicitó identificar semejanzas desde una imagen que representaba una familia: un niño, una niña y sus respectivos padres, teniendo como referente las variables de: estatura, expresión facial, tipo de vestido y género. Los resultados fueron los siguientes:
Con respecto a la variable estatura, el 56% de los estudiantes logró establecer la relación de semejanza, exclusivamente desde los padres, nadie lo hizo desde los niños; el 44 % restante se limitó a describir rasgos de sus padres y sus hermanos.

En cuanto a la variable expresión facial, el 54 % no logró establecer esa relación de semejanza entre ninguno de las personas de la ilustración, y EL 46% restante, concretaron las semejanzas, exclusivamente desde el rostro de los niños, de los cuales se afirma de que se ven alegres o tristes. (Ver grafico Nº 4)
En lo que tiene que ver con la variable tipo de vestido, el 48% de los estudiantes pudo encontrar semejanzas entre el traje de la señora y el vestido del señor, aduciendo que se trata de vestidos elegantes o de fiesta, y el 52% restante, describe la semejanza desde la variable forma del vestido, explicando que existe una similitud, en cuanto a la forma, entre los vestidos que llevan los niños o los de las dos personas adultas. (Ver grafico Nº 4)

Finalmente, con relación a la variable genero, el 80% de los estudiantes no logran establecer la similitud de las personas de la imagen según su sexo; no obstante, todos los estudiantes (100%) manifiestan que en la ilustración hay personas que pertenecen al sexo masculino y al femenino o simplemente expresan que la imagen hay mujeres y hombres. (Ver grafico Nº 4)

Los datos obtenidos, evidencian nuevamente la preeminencia del uso del concepto y no de la variable a la hora de identificar semejanzas, aunque haya estudiantes que sí se apoyan en las variables para hacer sus inferencias, observaciones y comentarios. No obstante, conviene aclarar que hay una distancia, considerable, entre identificar y/o establecer diferencias o semejanzas desde los conceptos que manejamos de las cosas, que de hacerlo desde variables. Los conceptos están situados en un plano teórico, mientras que las variables están situadas en un plano concreto y perceptible por los sentidos. La relación entre estas dos realidades es lo que se busca mediante el proceso de observación, lo cual se logra por medio de las definiciones operacionales de los conceptos, pues, lo que se busca en última instancia es ver como los conceptos (mi teoría) me explica el cambio, el sentido y magnitud del cambio de mis variables. Lo importante aquí es anotar que las variables sin un conjunto de conceptos o teoría detrás de ellas, no son más que percepciones de la realidad, y que por tanto, todo proceso de identificación de diferencias y semejanzas entre dos objetos o situaciones requiere tanto de variables como de conceptos.

Conclusión

Dado que las variables son características de la realidad que se establecen por observación, que muestran diferentes valores de una observación realizada respecto de un objeto o situación determinada, se vislumbra la necesidad de fortalecer el uso y aplicación del concepto de variable, en los estudiantes del grado séptimo de la Institución Educativa la Rosa, en tanto que, desde este referente no sólo se lee las realidades y se describe características de los objetos o situaciones, sino que son la permiten construir la estructura cognoscitiva para los procesos de comparación y clasificación. El sentido de utilizar variables para diferenciar o identificar la similitud entre dos objetos o situaciones radica primordialmente en desarrollar habilidades de pensamiento capaces de hacer observaciones y descripciones cada vez más precisas. Y a su vez, saber identificar diferencias y semejanzas es un proceso esencial para discriminar y comparar.

Las habilidades de pensamiento son capacidades humanas que dependen unas de otras, razón por la cual una deficiencia en alguna de ellas provoca una descompensación en otras, y en definitiva en los productos de la actividad intelectual de la persona. Pero, de entre todas las habilidades de pensamiento posible existen unas que son fundamentales para el desarrollo de otras, denominadas por esa razón “habilidades básicas de pensamiento”. Desde estos postulados se puede deducir que los estudiantes, objeto del presente estudio, tienen dificultad en establecer diferencias y semejanzas, no sólo debido al desconocimiento del papel y uso de variables, sino a la deficiencia en otras habilidades básicas de pensamiento, como lo es la observación. Hay una tendencia constante a observar los objetos y las situaciones de manera parcializada.

Con base en éstos resultados, y los obtenidos de otros 6 talleres, correspondientes a caracterizar las habilidades básicas de pensamiento: observación, descripción, comparación, relación, clasificación e identificación características esenciales, se construirá el respectivo plan de acción para fortalecer el desarrollo de estas y otras habilidades de pensamiento.
BIBLIOGRAFÍA

GOLEMAN, D. (2006), “Inteligencia Social”. Editorial Planeta Mexicana S.A. México, p. 128

GARDNER, Howard. Multiple Intelligences, ISBN 0-465-04768-8, Basic Books. Castellano "Inteligencias múltiples" ISBN: 84-493-1806-8 Paidos. (1983)

DE BONO, Edward. El pensamiento Creativo: el poder del pensamiento lateral para la creación de nuevas ideas. 1ª. Ed. Ediciones Paidós. Barcelona. 1992, p. 127.

DE SÁNCHEZ, Margarita A. (1995), Desarrollo de Habilidades de Pensamiento; procesos básicos del pensamiento, (p. 64).
México: 2ª Ed. Trillas, ITESM.

DE ZUBIRIA, Miguel y DE ZUBIRIA, Julián. Biografía del Pensamiento. Estrategias para el desarrollo de la inteligencia. 2ª. Ed. Cooperativa Editorial Magisterio. Colección Mesa Redonda. Santafé de Bogotá, D. C., 1996. P. 7-9.

viernes, 4 de mayo de 2012

LA GLOSA Y EL SUBRAYADO COMO ESTRATEGIAS PEDAGÓGICAS PARA FAVORECER LA COMPRENSIÓN LECTORA

Prezi-Enseñar a pensar

Pagina web

http://biblioteca.sin.itesm.mx/?p=73

Video

DE LA PASIÓN POR LA LECTURA A LA RESISTENCIA A LOS LIBROS



La lectura de libros ha sido a través de la historia humana, el medio privilegiado de acceso al conocimiento y de difusión de la riqueza cultural de las diversas civilizaciones del planeta; no obstante, desde la llegada de la modernidad, ha ido perdiendo cada vez más fuerza e interés por parte de la humanidad, aunque de manera muy acentuada en Latinoamérica, tanto que la UNESCO[1], se vio obligada a crear la cátedra sobre lectura y escritura para éstos países.

Hace dos décadas, era gratificante ver las bibliotecas convertidas en auténticos “templos del saber”; sus estructuras se veían extremadamente pequeñas en relación a la demanda de estudiantes y personas de todas las edades, quienes acudían masivamente a sumergirse en el océano de la cultura y el conocimiento. Aun conservo en la memoria, el encuentro cotidiano con mi libro de cabecera, que por sugerencia de mis padres o de mis profesores, se convirtió en un rito agradable y significativo de vivirlo antes del descanso nocturno. A sí mismo, recuerdo cómo obsequiar o recibir un libro, era por entonces, un estímulo de invaluable valor y/o una decisión sabia, digna de honor y de respeto.
Pero, con el advenimiento de la modernidad, llegó la era tecnológica y con sus encantos desvió la atención que reposaba en los libros y se traslado entonces a los medios audiovisuales. La televisión, los equipos de sonido, los videojuegos, el internet se convirtieron en canales más entretenidos y cómodos para aprender y tener acceso al conocimiento. El fenómeno imagen y sonido resultó más atractivo, tanto que logró, en gran medida, opacar o mejor relegar hasta a un quinto plano los documentos y textos escritos; en los que ya sólo se mira conglomerados de letras, carentes de color y movimiento.

Desde este nuevo panorama histórico la cultura y la educación se ve sometida a inevitables consecuencias y desafíos. La era tecnológica termina por afectar a la sustancia misma del hombre. Todo aquello que no es mecánico se ve relegado, infravalorado, empequeñecido, y hasta despreciado. Surge entre otras cosas el “síndrome de no lectura”, cuyos efectos tienen fuertes incidencias, especialmente en la generación joven, en quienes desarrolla apatía y resistencia a la lectura de textos y documentos escritos. Esta noble manera de encuentro con el saber se convirtió en una carga anticuada e innecesaria para la mayoría de educandos, quienes se limitan a leer lo estrictamente necesario, más por el afán de obtener una calificación, que por la satisfacción de encontrar en los libros conocimientos con garantía científica y de calidad; subrayo esta última expresión dado que muchos contenidos difundidos por los diferentes medios masivos de comunicación, como la televisión y el internet, no han sido sometidos, previamente, a estándares de calidad y cientificidad.

Como docente observo con preocupación los efectos de la era tecnológica en el ámbito de la educación; no precisamente, porque la tecnología haya ocupado el espacio de los libros y cada vez haya menos población lectora, sino porque, este hecho ha dado lugar a una generación con pasividad intelectual, con indiferencia ortográfica, con limitada capacidad para redactar y escribir, baja comprensión lectora, entre otras. Es desalentador encontrarse con cuasi-profesionales balbuceando fonemas sin comprender lo que estos transmiten, decodificando signos lingüísticos, pero sin mayor reflexión, etcétera; por supuesto que, en ello influyen muchos factores psicosociales, pero también es cierto que el hábito de lectura de textos escritos ayudaría a suplir en gran medida esta deficiencia.

El escritor, investigador y profesor chileno Felipe Alliende, sostiene que “la persona que lee abre su mundo, forma su personalidad abierta al cambio, posee mayor visión de futuro, es capaz de valorar la planificación y aceptar principios científicos y técnicos”, en caso contrario declara el filósofo y escritor chino Lin Yutang: “ aquel que no tiene la costumbre de leer está apresado en un mundo inmediato, con respecto al tiempo y al espacio; su vida cae en una rutina fija… sólo ve lo que ocurre en su vecindad inmediata… no tiene tiempo de escapar de esa prisión”.

Ante esta situación viene bien preguntarnos ¿Cómo está asumiendo este reto el sistema educativo en Colombia?, ¿cómo lo estamos afrontando los profesionales de la educación?, ¿qué políticas se han dispuesto para contrarrestar el fenómeno de resistencia a la lectura de libros en nuestras instituciones educativas?, ¿Llegó la hora de pasar de la lectura de textos escritos a la lectura audio-visual, dado que el actual panorama histórico así lo exige? Independiente de cuál sea tu visión, decisión y actitud respecto a este asunto, objeto de la presente reflexión, quiero ratificar con vehemencia que “la lectura de libros ha jugado, a través de la historia humana, un papel definitivo en la vida académica, social y profesional de las personas. “Muchos hombres y mujeres somos, en gran medida, el fruto de muchos libros”.

[1] Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura. Organismo especializado de las Naciones Unidas, fundado el 16 de noviembre de 1945.